Carta a mi amigo imaginario

Amigo,

 

Al parecer nos adoleció el mismo mal, al no tener tiempo para ir a fiestas, el tener que hacer tareas a altas horas de la madrugada, al intentar resolver problemas de física propias de un nivel intelectual superior al nivel dignos de un investigador de la mas prestigiosa universidad.

 

Los lazos que nos unieron más que sentimentales fueron de modelos matemáticos y sus comprobaciones. También la manera despectiva con que nos trataban jóvenes de otras instituciones educativas nos dolía bastante. Entendiendo que después de nuestra salida de ese claustro infernal el conocimiento era más claro para nosotros, lo que nos costó rechazo social y vivir en la soledad en nuestros estudios universitarios, las fiestas no nos satisfacían, los nuevos retos no eran tales, que manera tan fácil de aburrirnos. Nos cobijamos en la lectura universal, en más modelos matemáticos en más fenómenos físicos y químicos.

 

Te doy las gracias por el gran apoyo que me brindaste para desenmarañar la madeja algebraica de cada problema. A ti y a esa gran institución les debo mi formación, así como la compresión hacia las personas que nos atacaban. No me queda mas despedirme de ti y decirte suerte en tu viaje, que sea lo más placentero y que divulgues y compartas todo el conocimiento que adquirimos para que este país avance y no se quede estancado en la mediocridad.

 

Hasta Pronto!!!